El Lago Nasser (1)
Mis impresiones sobre el lago
Nasser, son muy contradictorias, en lo que coincido con muchos egipcios. No
puedo dejar de pensar que para su construcción se les robó los orígenes al
pueblo nubio, inundándoles sus campos, sus pueblos, su medio de vida,
dejándoles huérfanos de referentes materiales de su historia. También hizo
variar el ritmo de vida de los ribereños de El Nilo, no nos olvidemos que el
rio es el creador de Egipto. Se les privó
de los ciclos clásicos de vida que se remontaba al inicio de los tiempos. Pero
al mismo tiempo no puedo dejar de pensar que ha aportado energía eléctrica, tan
necesaria para el país, sobre todo por carecer de petróleo en contraste con el
resto de países de su entorno. Les ha traído seguridad y un estilo de vida más
acorde con los tiempos, con más seguridad para sus cosechas, pero también la necesidad de abonar artificialmente sus
campos al empobrecerse estos al no tener la aportación del ubérrimo limo que
llegaba con las riadas.
Hay que reconocer la labor
llevada a cabo por Egipto y la ayuda internacional para evitar que el gran
tesoro arquitectónico e histórico conocido se salvara de la inundación, pero
uno no deja de pensar que maravillas desconocidas han podido quedar sepultadas
bajo de las aguas del lago, pues no olvidemos que Nefertari, la esposa de uno
de los grandes faraones constructores Ramses II era Nubia y que la dinastía XXV
era Nubia, lo que nos puede llevar a creer que realizaran obras en la zona que
al no estar inventariadas, no se recuperaron y se han perdido para siempre.
A parte de Abu Simbel, que le
dedicaré la próxima entrega, en la zona se recuperaron varios templos de los
que unos quedaron cerca del emplazamiento original y algunos, entre ellos el de
Debod que se encuentra en Madrid se regalaron a los países que contribuyeron
con sus aportaciones. Navegar por el lago a bordo de sus confortables barcos,
es una experiencia inolvidable, en mis viajes he visto muchos atardeceres, y
bastante menos amaneceres, pero ningunos tan bellos como los que se contemplan
en el lago, por otra parte, está tan limpio de contaminación que el cielo
nocturno aparece iluminado de una infinidad de estrellas tan brillantes y
luminosas que es imposible no recordarlo. Entre los templos que se movieron
podemos destacar: a los
de Derr, que se puede considerar como una maqueta en cuanto a decoració del
templo De Ramses II en Abu simbel, así como los de Amada y Dekar