martes, 2 de febrero de 2016

Mis lugares Mágicos.- Egipto (11)

Deir el Bahari




 
Hatshepsut.- Representa una anomalía dentro de la rígida estructura dinástica del antiguo Egipto Su templo funerario, al igual que ella es también anómalo entre los construidos, ya que no sigue su arquitectura habitual. Hablemos primero de ella. Fue Reina-Faraón, quinta gobernante de la dinastía XVIII de Egipto, su reinado se extendió entre 1490–1468 a. C. Reino como Hatshepsut Jenemetamón, esto es, "La primera de las nobles damas, unida a Amón". Era hija de, Tutmosis I, el cual expandió, en los trece años de reinado, el Imperio egipcio de manera nunca antes vista. A la muerte del Faraón, era la presunta heredera para sucederle en el trono, pues sus hermanos varones ya habían muerto. Sin embargo tras una conjura palaciega se nombró a Tutmosis II, nacido de una esposa secundaria. Para no alejarse del poder, accedió a convertirse en la Gran Esposa Real de su hermanastro. Mientras su indolente esposo ceñía la doble corona, Hatshepsut comenzara a rodearse de un círculo de adeptos que no dejaron de crecer.  Tutmosis II tuvo un reinado muy breve, y murió en plena juventud cuando sus dos únicos hijos conocidos aún estaban en la primera infancia.  Quedaba como único candidato un hijo de Tutmosis II y de una simple concubina, que sería nombrado rey como Tutmosis III. En vista del aparente desinterés del recién nombrado faraón, ella se autoproclamó también Faraón de las Dos Tierras y primogénita de Amón. El joven Tutmosis III no pudo hacer otra cosa más que admitir la posición de superioridad de su tía y madrastra. Hatshepsut se había convertido en la tercera reina-faraón conocida en la historia egipcia. Asumió todos los atributos masculinos de su cargo haciéndose representar a partir de entonces como un hombre y tocándose de barba postiza. Gozó de uno de los reinados más prósperos de toda la historia egipcia, gracias también al apoyo recibido por Hapuseneb y Senenmut, auténticos gobernantes en la sombra. Los últimos tiempos de su reinado, tras la construcción de su templo, fueron tumultuosos, toda vez que Tutmosis III pretendió y logró reinar en solitario. Los partidarios de este, intentaron eliminar todo recuerdo de la reina, borrando su nombre e imagen en los relieves que se encontraban en su templo e incluso taparon con construcciones el obelisco mandado erigir por ella en el templo de Karnak.
El Templo.- Está  situado en Deir el Bahari tiene forma de terrazas, de grandes dimensiones, con columnas que se confunden con la ladera de la montaña, situada tras el templo, su  arquitecto Senenmut, consiguió una perfecta armonía de proporciones. El templo está en parte excavado en la roca y en parte construido externamente. Constaba de una calzada rodeada de esfinges que conducía desde la entrada hasta el gran patio, al que se accedía a través de 2 terrazas escalonadas, construidas en la ladera de la montaña y unidas mediante rampas. Las terrazas se apoyan en muros de carga y están separadas por columnatas o pórticos. La primera terraza, un gran patio rodeado de muros bajos y largos con un doble pórtico de cierre. Una rampa ascendente, con el león que protege el nombre de la reina, da acceso al segundo nivel, con un pórtico formado por 2 filas de 22 pilares cuadrados. La tercera y última terraza contenía 22 columnas precedidas de pilares osiríacos que fueron destruidos por Tutmosis III cuando asumió los plenos poderes, tras la muerte de Hatshepsut.
Como anécdota trágica, es noviembre de 1997, hubo un atentado en el que murieron varios turistas en la explanada sirve de marco al templo.