jueves, 31 de marzo de 2016

Egipto desde otra óptica 1


Hace unos días a raíz de una controversia en Facebook, dije que expondría mi opinión sobre la situación en ese país, creo que ya ha llegado la hora  y este es el inicio de una serie de seis artículos sobre el tema.                                                                                                                                        
El Laberinto egipcio (1 de 6)


Estaréis acostumbrados a ver, que no digo leer, mis escritos habituales en nuestra revista sobre el Egipto Faraónico. Dado que el redactor, parece que tiene falta de material para el próximo número espero que me permitáis un análisis con mi óptica del la situación actual de dicho país.

No pretendo sembrar cátedra, ni mucho menos que mis consideraciones sean las reales, hablo de mis impresiones obtenidas de mis varios viajes y de conversaciones mantenidas con egipcios.

Para comprender la situación, creo que es importante tener en cuenta la observación que me hizo un egiptólogo y guía experimentado al preguntarle por la injerencia que en la vida pública pretende y en realidad tiene el Poder Religioso. Me dijo: “En el Islam la cronología empieza con la Héjira que corresponde con el año 622 del calendario usado en Occidente, ¿Cuál era en Europa la relación entre el Poder Temporal y el Poder Religioso? Puede resultar extraño lo que está pasando?

En los tiempos de Mubarack, las políticas sociales eran en la práctica inexistentes, toda la red asistencial era mantenida por los Hermanos Musulmanes con una clara ideología religiosa de tipo integrista, los cuales estaban en teoría prohibidos como organización, pero en la práctica se movían sin ningún problema en sus labores sociales. Esto les permitió ser la única organización estructurada, con elementos en todos los lugares clave y con un fuerte arraigo popular, eso sin contar con la fuerte financiación que les siguió llegando de Arabia Saudí con su ultra conservadora versión del Islam.

La Plaza Tahir fue el núcleo geográfico donde convergieron varias revoluciones aunque se nos intento presentar como una sola. Por una parte, estaba el grupo  que buscaba una democracia homologable a las de tipo occidental, compuesto en su mayoría por intelectuales y progresistas, por otra Los Hermanos Musulmanes, actuando muy prudentemente para no  provocar al Ejercito que podía con sus efectivos aplastar la incipiente revolución, además estaban los Cristianos Coptos, aliados potenciales de los que deseaban la democracia formal, hartos de ser zarandeados y considerados ciudadanos de ínfima clase y por último grupúsculos varios de los que siempre se unen a cualquier evento que se salga de la normalidad.

Al final, la(s) revolución (es) de la Plaza Tahir, acabó como ya sabéis con la caída de Mubarack, que no de su Régimen y de su Poder.




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