domingo, 29 de agosto de 2021

Mis lugares míticos.- Egipto 36

 

¿Por qué Egipto? 3





Quizás la razón más importante es porque no me gustan las “cosas porque sí”, sin una base en la que apoyarse, por tener que creerme narraciones escritas muchos siglos después de sucedidas y por tradición oral.

De Egipto, aparte de unas construcciones impresionantes, tenemos la historia contada por ellos mismos, y en los momentos en que suceden los hechos. Cuentan sus creencias, sus batallas, sus hazañas, pero también su día a día, los gastos cotidianos, el valor de adquisición de los productos, y sus relatos de ficción, verdaderas novelas y cuentos.

Cómo es posible entender sus escritos si la última inscripción enl lenguaje jeroglífico fue en el año394, y en  demótico en el año 452, y el único templo en el que se continuaba con la religión del antiguo egipcio, el templo de Isis en la isla de Philae, fue prohibido por Justiniano en el año731, habiéndose perdido completamente, según algunos egiptólogos, y estando vigente con variaciones (pero únicamente en su faceta oral) como el idioma copto, según otros.

Antes de seguir adelante, conviene hacer una distinción  entre las diferentes escrituras usadas en época faraónica para poder entender el proceso de recuperación  para poder interpretarlo.

Escritura jeroglífica. Usada únicamente para textos sagrados, generalmente relacionados con el culto al “más allá”. Basada en representaciones pictóricas de los objetos, pero con aportaciones de letras o sílabas. Prácticamente no sufrió variaciones desde su inicio hasta su prohibición por Justiniano.

Escritura hierática. Es una simplificación de los signos utilizados en la escritura jeroglífica, con rasgos más estilizados. También fue usada para temas de culto y sacerdotales, pero menos solemnes.

Escritura demótica. Es una evolución muy esquemática de la escritura hierática. Reflejaba el idioma hablado, y esta sí que sufrió transformaciones desde sus primeras manifestaciones hasta su prohibición. Generalmente usada sobre papiro y ostracos para documentos civiles, tanto administrativos cómo privados.

Cabe destacar el uso del idioma copto, que es una evolución del idioma hablado por los egipcios, pero escrito con caracteres griegos. Esta lengua permanece hasta nuestros días, pero su uso es exclusivo de la liturgia de los cristianos coptos.

La Piedra Rosetta marca un antes y un después en la egiptología, ya que permite estudiar científicamente la historia de aquella civilización, y no basarse únicamente en hallazgos de objetos, monumentos, y escritos a los que no se les podía dar un significado.

La piedra de Rosetta es un fragmento de una antigua estela egipcia de granodiorita inscrita con un decreto publicado en Menfis en el año 196 a. C. en nombre del faraón Ptolomeo V. El decreto aparece en tres escrituras distintas: el texto superior en jeroglíficos egipcios, la parte intermedia en escritura demótica, y la inferior en griego antiguo. Gracias a que presenta, esencialmente, el mismo contenido en las tres inscripciones, con diferencias menores entre ellas, esta piedra facilitó la clave para el descifraDto moderno de los jeroglíficos egipcios.

Fue hallada durante la campaña en Egipto de Napoleón Bonaparte en 1798. En Rosetta, François Bouchard avistó en un lugar donde los soldados habían excavado una placa con inscripciones en una de sus caras, que resultó ser una estela de la era Ptolemaica, con el texto de Menfis durante el reinado de Ptolomeo V.

No obstante, aunque desde el primer momento se vio su importancia, no fue hasta el año 1803 cuando fue traducida la inscripción en griego, y aún se tendría que esperar hasta 1822 para que Jean François Champollion descifrara el texto del idioma faraónico, y diera inicio a la nueva egiptología. 



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