¿Por qué Egipto? (1)
Repasando
los recuerdos, quizás mi interés por esta cultura fuese iniciada por un
profesor que tuve que se llamaba D. Ramón, fue hace tantos años que no recuerdo
su apellido pero si su pasión por todo lo concerniente a Tutankamon.
No
estoy seguro que fuera el verdadero origen, ya que durante años quedó el citado
profesor en la capa más interior de los recuerdos. De lo que si estoy seguro es
que en mi pirimer viaje a Egipto quedé subyugado por el Egipto faraónico que
no, por el país actual.
Creo
que sería imperdonable, al menos en mi caso, decir que la lectura temprana del
hoy casi olvidado Mika Waltari y su “Sinuhe
el egipcio” fue uno de los más importantes iniciadores de mi pasión por el
Egipto faraónico Lógicamente, no soy una excepción en esa pasión, es más si
puedo serlo es gracias a una serie de circunstancias y sobre todo a una serie de
personalidades que guiados por esa misma pasión dedicaron una gran parte de su
existencia a al estudio, descubrir y preservar la historia, la vida y las obras
de esa extraordinaria civilización y que
han hecho posible el conocimiento de esta cultura incluso a los profanos como
yo.
En este
artículo me dedicaré a hablar de las razones materiales por las que ha sido posible
la preservación de los objetos dejando para un siguiente la lista y los logros
de algunas de las personas que más se destacaron por aflorar el maravilloso
mundo de la Egiptología
Es
indudable que han existido en la antigüedad otras culturas que alcanzaron un alto grado de desarrollo, pero
por su escaso grado de conservación de los restos su apreciación sólo está su
apreciación al alcance de los especialistas. En tanto que la civilización
faraónica debido a las condiciones que desarrollaré a continuación puede
apreciarse hasta por los más legos.
Una de
las razones para la conservación fueron las condiciones geográficas y
ambientales, ya que fuera del corredor de El Nilo, el clima es extremadamente
seco. Razón que evita en gran medida la degradación por la humedad, toda vez
que la gran mayoría de lo conservado se hallaban en las llanadas tierras rojas (secas y áridas)
y no en las tierras negras (bañadas por las inundaciones y fértiles.
Sin
embargo, siendo estas circunstancias que resultan imprescindibles no son las
más determinantes que vinieron marcadas por la personalidad del pueblo egipcio que
se caracterizaba:
1.- Por
su meticulosidad y extremo celo en recoger todos los datos de sus actuaciones.
Hay notaciones de las raciones que se daban a los trabajadores, del número de
obreros que trabajaban en cualquier explotación u obra pública, se los tributos
recaudados y de cualquier actividad gracias a la legión de escribas. Al
descifrarse la escritura utilizada esta circunstancia ha dado lugar a conocer con
exactitud como transcurría la vida tanto la oficial como la cotidiana.
1.-La
obsesión que sentían por la eternidad no sólo en lo referente a las personas y
a la resurrección, si no también el durabilidad de los materiales empleados y
en las técnicas de construcción de edificios como en la escultura. El uso de la
piedra y el papiro hicieron posible que hayan llegado hasta nuestros días
monumentos y escritos en un admirable estado de conservación. La arena, que en
general resulta destructora por la erosión, en el caso de algunos templos como
el de Edfu, resultó muy beneficiosa ya que lo mantuvo enterrado a salvo de las
inclemencias meteorológicas y de la barbarie de los humanos..
No hay comentarios:
Publicar un comentario