lunes, 2 de agosto de 2021

Mis Lugares Míticos Egipto 14

 

Templo de Karnak





Durante siglos, este lugar fue el más influyente centro religioso egipcio. El templo principal estaba dedicado al culto del dios Amón, pero como en otros templos egipcios también se veneraba a otras divinidades.

Hay que recordar que en el antiguo Egipto, la construcción de los templos se iniciaba siempre por el santuario, lo que significa que Karnak se comenzó por el centro y se terminó de con la construcción  de los pilonos o puertas del recinto. Aún se conservan fragmentos  de las pinturas de vivos colores con la que estaba decorado todo el recinto del templo

Hay diferentes lugares dentro del complejo dedicados a otros dioses, entre los que podemos citar a Mut, Opeth, Ptah y Jonsu

Existía también un lago sagrado, donde se celebran espectáculos de luz y sonido, no tan impactantes como los de Abu Simbel, pero dignos de verse, narrando la historia del complejo y les dioses a los que está dedicado el conjunto.

Existen numerosos numerosas capillas de menor tamaño, y así como gran número de salas estancias y almacenes dentro de la muralla  que rodea el recinto principal.

La diferencia principal entre el templo de Amón en Karnak,  y la mayoría de los templos egipcios es el tiempo se tardó en la construcción y las ampliaciones siguientes. Aproximadamente unos treinta faraones fueron los que con sus aportaciones los que convirtieron el templo en el mayor de los conocidos.

La entrada, entre dos gigantescos pilonos, está precedida por un dromos o avenida de esfinges que llegaban hasta el templo de Luxor. Desde los citados pilonos, se accede a un gran patio porticado donde se encuentra, a la izquierda, el templete del faraón Seti II y la monumental estatua de Pinedyem I a la derecha el templo de Ramsés III  al frente, la sala hipóstila, y un al fondo los obeliscos de Tutmosis I  y Hatshepsut; después hay una serie de estancias, con patios menores, y el santuario, a los que sólo podían acceder el faraón y los sacerdotes

La sala hipóstila de Karnak es una de las partes más singulares del conjunto religioso. Con 23 metros de altura, es un espacio arquitectónico cuya cubierta (hoy desaparecida) estaba sustentada por 122 gigantescas columnas más altas en las dos filas centrales que en las laterales, conformando un gran pasillo, cuya disposición posibilita iluminar desde el eje de la sala. Como material se utilizó la piedra, tallada en bloques que conforman los tambores de las columnas. Estas sustentaban en basas y terminaban en gigantescos capiteles papiriformes y campaniformes, sobre los cuales se apostaban enormes dinteles que sostenían una cubierta adintelada. Los fustes de tan colosales columnas se encontraban decorados con relieves polícromos, encargados de complementar la grandiosidad del lugar sagrado.


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