¿Por qué Egipto? Y 4
Todos
los interesados en la cultura del antiguo Egipto, antes o después, terminamos
hablando de la Piedra Rosetta. Sin su descubrimiento e interpretación la
egiptología hubiese sido diferente. Podríamos datar con el método del carbono
14 los monumentos y escritos hallados, y, posiblemente, gracias a los avances
en la Inteligencia Artificial, quizás ahora o más adelante hubiéramos podido
descubrir las diferentes etapas, y quizás los nombres de algunos de los
faraones y dinastías. Sin embargo, lo que hoy en día se conoce de los
acontecimientos históricos, e, incluso, del día a día de la vida del país, no
sería ni tan siquiera Ciencia-ficción.
La
citada piedra, en realidad un fragmento de una estela que en su tiempo se
distribuyó en varios templos, se encuentra, como saben todos los lectores, e
incluso la habrán visto personalmente, en el Museo Británico de Londres. Hay
una copia exacta en el Museo de Antigüedades egipcias de El Cairo. Como dato
anecdótico cabe citar que es el único objeto del citado museo que no es una
obra original.
Para no
repetirme, ya que en el capítulo anterior realicé una amplia descripción tanto
de su contenido, como de su composición y de las circunstancias de su hallazgo,
me gustaría únicamente que recordaran el año del descubrimiento, 1798, por la
coincidencia que comentaré más adelante.
A pesar
de que inmediatamente se percibió que podía ser la llave para abrir el arcano
de la historia egipcia, la traducción tardó unos años. La piedra sufrió algunas
vicisitudes, como pueden ser cambios de país y de propietarios.
Tras el
descubrimiento, se hicieron varios intentos, con mayor o menor éxito, de
reproducir los textos grabados en la piedra, e, incluso, se descubrió que el
texto central estaba en escritura demótica, y no en siriaco cómo se creía hasta
entonces.
Tras la
marcha de Napoleón, las tropas británicas trataron de invadir el país, logrando
tomar en 1801, tras una batalla a orillas del Mediterráneo, y tras sitiar al
resto de las tropas francesas en Alejandría. Se hicieron con el dominio de la
ciudad, y como premio adicional de la
Piedra Rosetta, no sin grandes controversias y disputas sobre quiénes eran los
propietarios y debían tener no sólo la piedra sino todos los documentos
generados por ella, y el resto de objetos antiguos descubiertos en la
expedición francesa. Para no ser prolijo diré que la piedra en cuestión pasó a
posesión de los británicos
A raíz de
su descubrimiento, se iniciaron los esfuerzos por parte de numerosos eruditos, quienes,
tras no haber logrado avances que resultaran significativos, fueron abandonando
paulatinamente la tarea.
El texto griego de la Piedra de Rosetta
fue el punto de partida, toda vez que el griego antiguo era muy conocido por
los estudiosos.
Aportaciones muy importantes fueron la
idea de que, al igual que en el chino, los nombres extranjeros fueron
transcritos fonéticamente, y de que, al igual que en otros idiomas de la zona, hubiese
signos que representaran tonos. Con estas ideas, Champolión, nacido el mismo
año del descubrimiento, estableció el alfabeto partiendo de los cartuchos de
Cleopatra y Alejandro. Posteriormente, publicó la primera
gramática base del descifrado de toda la escritura de la cultura egipcia.